Poema #2: "Noche de luna llena"

¿Has tenido un amor platónico?, ¿llegaste a enamorarte de tu profesor/a de la escuela?
Yo si.

Tenía 15 años en ese entonces. Estaba en el penúltimo año de la escuela. Era mi profesora de Lenguaje y Literatura. Una mujer de 38 años temida y odiada por muchos, menos por una alumna: Yo. Mientras mis compañeros de clases se aburrían con las clases de cultura Nahualt, Quechua, los análisis literarios, literatura griega, española, análisis de metáforas y miles de cosas más, yo me satisfacía con sólo verla e imaginaba un sin fin de fantasías.

Recuerdo claramente como detallaba cada movimiento, cada palabra pronunciada, su sonrisa, sus ojos, su cabello, hasta su forma de escribir en la pizarra. Y lo más adorado por mi: su hermosa voz. Era bastante irónica, cruel, odiosa, un aire de sádica. Mientras a mi me causaba risa, a mis compañeros les causaba rabia y resentimiento hacia ella. Ay mi querida profe, como olvidarla. Para mi la mejor, para otros la peor. Nunca  estudiaba para sus examenes, no tenía buenas calificaciones pero siempre mantuvimos una buena relación de amistad. Y ni se imaginan la gran mujer que había detrás de tanta ironía y cara de antipatía.

Era tanto lo que sentía por ella que una tarde, luego de llegar de clases, me nació este poema:

"Noche de luna llena"

Estar en lo más alto, en lo más alto de la ciudad.
Tu cuerpo sobre el mio, descontrolados y sin cesar.
Ver tu rostro iluminado por la luna llena, que a nuestro lado con ese cielo despejado, brillando está.
Nos estamos amando, no podemos parar.
La estrellas nos están mirando, ¿qué más se puede esperar?

Sentimos el calor de nuestros cuerpos que no pueden dejarse de rozar.
Tú gimes desesperada porque nunca pensaste que alguien como yo tanto, tanto te iba a excitar.

Me susurras suavemente al oido lo llena de placer que estás.
Me tocas y me besas, también me pides más y más.

¡No te detengas!, me dices, que mi cuerpo te quiero entregar.
Ser toda tuya hasta que la noche llegue a su final.

Y así estuvimos. Con miles de orgasmos divinos, sin dejar de respirar.
Fuego y escalofríos sentimos, pero en cuerpo y alma todo lo vivimos.
Con champaña y olor a lirios presenciamos lo que es un amor infinito y que nunca se puede olvidar.


1 comentario:

  1. Aaawww, gracias por el comentario. Ya estoy siguiéndote! Eres bienvenida cuando quieras :)

    Ah y el tuyo también está muy lindo :)

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