Querido futuro amor, aunque no te conozco todavía, quería decirte unas cositas para que no te aflijas:
Estoy bien. Estoy en paz y tranquila. Aunque debo admitir que aún me duele un poco el corazón cuando me visitan los recuerdos y me ha costado alejar al Sr. Rencor y al Sr. Orgullo. ¡No quieren salir de mí! He hablado seriamente con ellos varias veces, pero dicen que aún no es hora de partir. He intentado comunicarme con el Sr. Perdón, pero me esquiva. Dice que hasta que no aprenda a valorar lo importante que es él en mi vida, no me ayudará. No me queda más nada que hacer que seguir luchando contra mí misma. Sé que no soy una persona de carácter fácil y pues, hay cosas que se me escapan de las manos. Así como tengo virtudes, como todos, también tengo defectos. ¡Qué esperanza!
Otra cosa, disculpa si no te presto atención, es que mi corazón y mi mente, aunque no tanto, siguen siendo ocupados por alguien que por más que intento, no la dejo de pensar. No te mentiré, pero lloro de vez en cuando. Es la única forma de alejar la nostalgia que me causa el no escuchar de vez en cuando un "te amo" y el no tener unos brazos que me rodeen y me hagan sentir confort luego de hacer el amor romántica, dulce y apasionadamente. No es que el sexo sea indispensable, sólom que quisiera recordar que se siente mirar fijamente a los ojos a ese ser mientras acaricia tu rostro con un dedo y te brinda besos en la frente.
No sé por cuánto tiempo estaré así. He hecho lo mejor posible pero de vez en cuando flaqueo. Es inevitable. Algo sí te digo, estoy centrada y enfocada totalmente en mí. Te parecerá un poco egoísta de mi parte, pero necesito recuperar ese tiempo que no supe invertir y dedicármelo a mí. Me olvidé que yo también tengo cosas importantes qué hacer y responsabilidades con las cuales cumplir. Es necesario brindarme un espacio y pensar en mi futuro. Si quieres convivir junto a mí, pues entonces debo esforzarme para darte lo mejor. Discúlpame.
También olvidé que tengo que hacer lo que anhelo y no lo que los demás quieren. Viajar, salir de vez en cuando, compartir con mis seres más amados: mi familia y mis amigos; ir a la playa o a la montaña, vivir una aventura nueva de vez en cuando, en fin. Ya estoy acercándome a la etapa cumbre de mi carrera y debo aprovechar mi tiempo libre. El resto será para las dos. Te doy mi palabra.
Amor mío, no desesperes. Ten un poco de paciencia y te aseguro que todo este tiempo que te he tenido abandonada, obtendrá su recompensa. Te prometo que te daré lo mejor de mí. Compartiré mi vida, mi alma y mi ser contigo. Te haré la mujer más feliz del planeta y te complaceré en todo lo que pueda y se te antoje. Haré lo que nadie ha hecho por tí. Te daré los más lindos detalles y te escribiré poemas llenos de pasión y romance para hacerte suspirar y volar en nubes de algodón. El tejado de nuestra casa será un cielo cubierto de estrellas. Te despertaré cada mañana llenándote de besos y llevándote el desayuno a la cama, te cantaré canciones de amor mientras observamos el atardecer y dormiremos en la orilla de la playa cuando haya luna llena. Viajaremos y recorreremos por todo el mundo. Haremos el amor en sitios clandestinos donde nada ni nadie nos pueda encontrar. Nuestro romance será una total aventura sin fin. Sólo espérame.
Nos vemos pronto,
Escrito por: Arenita Plashita
